Buenas noches, tristeza


Buenas noches, tristeza.

Te saludo

sin ira y sin rencor

pues te comprendo.

Para decir que me amas

llegaste a mí gritando tu amargura

con el último viento de la tarde

en el haz de una carta.

Me besaste en los ojos

silenciosa

dulce y enamorada

y apoyaste en mi hombro

tu cabeza sin peso

como un viento vencido

que ha perdido las alas.

Yo acaricié tu pelo

con pena y con ternura

y abandoné mis besos

largamente

en tu cara.


Buenas noches, tristeza.

Al fin te he comprendido

y descubrí en mi lágrimas

con que fuerza tremenda

con que cariño inmenso

con que pasión sin límites

me amas.


Buenas noches, tristeza.

Iremos a acostarnos.

Abrazados

en la noche callada

dormiremos, ¿ o estaremos despiertos?

en una misma cama.


Mañana...

te diré que te quiero

que yo también te quiero.

Sí.

Mañana...

 
Buenas noches, tristeza.

¡No llores!

                ¡Duerme!

                               ¡Calla!