Este
ensayo –hay que decirlo- será poco más que una escueta exposición de los trabajos
que Giovanni Papini dedicó a temas españoles, es decir, a España –nación tan
amada por él- a lo largo de su vida y de su obra. Sin embargo, espero lograr
que esa exposición resulte amena e interesante su lectura. Tal pretensión es,
quizás, desmesurada porque grandes son, en efecto, las dificultades que
presenta el intento de decir mucho en tan poco espacio como ofrece un periódico
para un artículo. Pero el mérito, precisamente, es ese: ser breve y decir algo.
Vayamos, pues, al grano.
Papini amó a España. Y
lo confesó. En EL SACO DEL OGRO -”Polonia y España”- podemos leer: “No solo
escogemos las amistades entre los hombres sino también entre las naciones. Por
lo que a mí respecta, desde niño he dado un poco de mi corazón a dos: Polonia y
España. Parecen alejadas, pero ambas, en mi espíritu, están muy próximas”.
Fruto de ese amor –sin olvidar que Papini fue un curioso universal- es, sin
duda, su interés por la literatura española, pues ha dicho –en el primero de
sus RETRATOS EXTRANJEROS titulado
“Miguel de Cervantes”-, “he gastado más de tres años de mi más verde juventud
en el estudio de la literatura castellana”. Y así es como Giovanni Papini,
conociendo y amando a nuestra patria, llega a escribir sobre temas españoles no
menos de treinta y dos ensayos, esparcidos a lo largo de su intensa,
impresionante, apasionada y apasionante a veces dramática, y en conjunto
titánica labor. Comprobémoslo leyendo sus obras.
Desde “GOG” hasta
“SANTOS Y POETAS”, según el orden establecido por Editorial Aguilar en su edición
en cuatro tomos (1956) de las Obras –no completas- de Giovanni Papini,
tropezamos con veintidós trabajos de este autor, por tantos conceptos
admirable, que de un modo u otro, se refieren a España. Luego, en el JUICIO
UNIVERSAL, obra póstuma de Papini, editada por “Planeta”, asistiremos a la
acusación y a la defensa de famosos personajes españoles que dan lugar a los
diez títulos siguientes: “Alfonso el Sabio”, “Carlos V”,”Felipe II”,”Don
Carlos” “Rodrigo Maldonado”, “Torquemada”, “Sánchez de Carrión”, “L. Anneo Seneca”,
“Cleón”, “Lope de Aguirre”,”María de Aguirre” “Calvino”, “Miguel Servet”, y
finalmente “Quevedo”. Los otros veintidós títulos se distribuyen así: en GOC
encontramos a “Ramón y los minerales” y “El Duque de Hermosilla en
Salvatierra”. Son entrevistas del fantástico personaje papinesco con nuestro
Ramón Gómez de la Serna
y con “un español bastante más original que Ramón”. Entrevistas imaginarias,
desde luego. En EL LIBRO NEGRO, segunda parte del diario de Gog, nos ofrece
Papini “La Juventud
de D. Quijote”, “Coloquio con García Lorca”, “El Primero y el Ultimo (De Miguel
de Unamuno)”, “La Revuelta
de los Actores” - fantasía toledana-, “Visita a Salvador Dalí”, “La Venganza (Arbuela tras
los Montes)”, y “Visita a Picasso (O del Fin del Arte”). Continuando la
lectura, llegamos a “El Milagro de Colón”, en POESIA EN VERSO y a “Polonia y
España”, en EL SACO DEL OGRO. Los RETRATOS EXTRANJEROS merecen mención especial
porque se inician con “Miguel de Cervantes” y siguen con “Don Quijote”, “Pedro
Calderón”y “Unamuno”. Luego, en EL ESPIA DEL MUNDO, leemos “Mundo hispánico”. “Hombres
representativos de España”,”España e Italia”, “Lo que la América Latina no
ha dado” y “Goya y Waterloo”.Y es en “Goya y Waterloo”, donde el autor arriesga
la teoría de que si el pintor hubiese dado muerte a Wellington, no hubiera
habido un Waterloo para Napoleón. Se deduce que hubiera variado totalmente el
destino del mundo; destino que el genio violento de Goya tuvo por un momento a
merced del cañón de su pistola. Notable; muy notable. Continuamos con “San
Ignacio de Loyola”, en LA
ESCALA DE JACOB, “Epitafio para Miguel de Unamuno”, en CIELO
Y TIERRA, y concluimos con “La
Venganza de Cervantes”, en SANTOS Y POETAS.
Confieso que no me hago
la ilusión de haber agotado el tema. Hay otras referencias a España en Papini,
por ejemplo en “Literatura Mediterránea” y dos obras de este autor que nunca se
han vuelto a publicar desde que las repudió en 1921. Otras no han sido
traducidas al español –o yo lo ignoro- como son “UN UOMO FINITO” y “IL
DIAVOLO”. Por último, algunas, como “L´EUROPA OCCIDENTALE CONTRO LA MITTEL-EUROPA o
L´ESPERIENZA FUTURISTA, no las dio Papini para España considerándolas sin
interés para nosotros. Con todo, creo que la publicación de un libro que
contuviese los trabajos que cito –formarían un volumen de cien páginas por lo
menos- sería altamente interesante para el lector español y, sin duda alguna,
su publicación alcanzaría un éxito sin precedentes. Sería además la mejor
manera, creo yo, de rendir homenaje a la memoria de este gran autor italiano
–grande como escritor y como hombre, que amó a España y, es más, lo demostró.