Hoy te llamas Anteayer
y por mi pared desnuda
viene trepando tu hiedra
hacia mi frente futura.
Voy por mis días contigo
tatuada en mi cerebro
aunque tu nombre ya sea
Anteayer
y sean viejos
el árbol que soy ahora
la carreta de los versos
el barco en que navegamos
juntos
y aquel silencio
de tu sonrisa dormida
sobre el hombro de mis sueños.
¡¡Como le duele a la piel
de mi corazón antiguo
la herida de tu recuerdo!!
Y por mis noches sin ti
voy escuchando tu viento
porque no quiero olvidarte
Anteayer
y en cambio anhelo
desde tus nubes remotas
traerte a mis campos yermos
para que lluevas tu lluvia
joven sobre mi árbol viejo.
¡¡Ay, mi corazón antiguo,
soñador y caminero,
que ya nunca ha de saber
de tu sonrisa dormida
en el hombro de mis sueños!!