El Último homenaje


 Estoy ante tu tumba de rodillas

con el alma transida por la pena

para rendirte mi último homenaje

     ¡buena novia morena!

 
Estoy ante tu fosa humildemente

recordando de nuestro amor la historia,

esa historia que escribieron tus caricias

     y tus besos de novia.

 
La muerte te robó para envolverte

con ese manto frío y negro, de tierra,

celosa del amor que le tenías

     a tu pobre poeta.

 
Pero más que la muerte puedo yo,

puede la angustia de sentir tu ausencia,

esa amargura que abrasa mi boca

      de tu boca sedienta.

 
Y así la muerte no pudo impedirme

que viniera a decirte que te quiero,

que viniera a rendirte mi homenaje

     de flores y de versos.

 
No tienes que llorar porque me vaya

ni que te olvide porque te hayas muerto.

Además de los versos y las flores

     traigo mi último aliento.

 
Vine a morir aquí, sobre tu tumba,

porque sabía que era tu deseo

que te ofreciera juntos, donde estás,

      con mi vida, mis versos.