Villalba


        Es una linda villa de la verde provincia lucense. Cabeza de partido judicial. Veinte mil habitantes distribuidos entre las treinta parroquias de su Ayuntamiento; cuatro mil –poco más o menos- habitan el casco urbano, lo que es la villa en sí. Ahí la tenéis. Destacando, sobre todo, el castillo y la iglesia –dos torres- a la izquierda. Esa carretera que serpentea, subiendo, acaba de apagar la sed en el río Magdalena después de su largo viaje a La Coruña. Un poco antes –fijaos-, como una flecha blanca, se ve la espadaña de la ermita de Santa María de Magdala, ya en terreno de la parroquia de Mourence. Pero entrad en la villa; es un nudo de comunicaciones notable. Hasta aquí llegan –o de aquí parten- cinco carreteras: dos a La Coruña, la de Lugo, la de Meira, la de Ribadeo; otra que os llevará a El Ferrol del Caudillo o a Vivero. El Castillo y el árbol, desde luego, os llamarán la atención; pero ved que maravilla esa larga y recta y limpia Avenida del Generalísimo; es la calle principal: pocos pueblos, -yo no conozco ninguno –pueden presumir de tener una calle semejante. Y todo, las calles y las casas y las personas presentan mejillas como de manzana en sazón. Por aquí se vive bien.

      Este es un pueblo laborioso, eminentemente comercial. Dos veces al mes –a la feria, al ferión –la Comarca entera y gentes de otros puntos se concentran aquí para comprar y vender. Villalba es un pueblo rico porque su Comarca lo es. La Agricultura y la Ganadería; he ahí las bases fundamentales de una notable prosperidad. No existe mucha industria, pero se trabaja en este sentido, como en todos, y se avanza; el porvenir villalbés se presenta risueño. Se construye aceleradamente. Nuevos edificios; nuevas calles, nuevos habitantes, aparecen de la noche a la mañana. El ferrocarril haría crecer la villa hasta límites insospechados; es una de las cosas necesarias. El camino de hierro elevaría al pueblo al rango de ciudad.

      Ayuntamiento, Juzgado de Primera Instancia e Instrucción, Juzgado Municipal, Delegación Comarcal de Sindicatos, Jefatura Local del Movimiento, Corresponsalía de Previsión Social, Hermandad Sindical de Labradores, son centros oficiales. Racing Club Villalbés, sociedad deportiva. Casino de Villalba, sociedad recreativa. En lo cultural un grupo escolar que necesita ampliación, dos colegios más de primera enseñanza y la Academia “Santa María”. Destaca el Hospital-Asilo, para ancianos desvalidos, como uno de los mejores edificios de la Villa por sus dimensiones. Luego, comercio, comercio, comercio…Esta es Villalba.