Corriendo el día
10 de enero del año 1899 que ponía fin al calamitoso siglo XIX español, D.
Benito Carrodeguas, cura ecónomo de
la parroquia de Santa María de Villalba, bautizaba solemnemente e imponía los
nombres de Santiago María Manuel Gonzalo a un niño nacido ese mismo día, a las
once y cuarto de la mañana, en el domicilio de sus padres, calle de Cos-Gayón,
número 4, hoy Avenida José Antonio Primo de Rivera y que lo había sido de Pablo
Iglesias. Fueron padrinos D. Manuel García Olano, soltero, natural de Villalba
y vecino de Vigo, tío del niño, y Carmen, hermana de éste. Eran los padres del
recién D. Andrés Basanta Olano, natural y vecino de nuestra villa y su esposa
Dª. Concepción Silva y Posada, natural de Mondoñedo. Era nieto por línea
paterna de D. Francisco Basanta Cornide, abogado, natural de Santa María de
Otero, en el término de Castro de Rey, y de su mujer Dª Carmen Olano y Silva,
villalbesa. Sus abuelos maternos fueron D. Eugenio Silva Villaronte, abogado, y
su esposa Dª Dominica Posada y Villapol, propietaria, naturales y vecinos ambos
de la ciudad de Mondoñedo.
A
las nueve de la mañana del día 13 de enero de 1899 “ante el Sr. D. Domingo
Vázquez García, juez municipal suplente y D. Manuel Mato y Vizoso, secretario”,
comparece D. Andrés Basanta Olano para efectuar la correspondiente inscripción
de nacimiento de su hijo Santiago María Manuel Gonzalo Basanta Silva,
inscripción que figura en el Tomo 56, número 191, del Registro Civil de
Villalba.
Santiago
Basanta Silva, D. Santiago, como popular y cariñosamente, sin necesidad de
apellidos, era conocido en Villalba, es otro notable ejemplo de esos fenómenos
intelectuales que, con cierta frecuencia, ven la luz en nuestra villa. Vamos a
demostrarlo.
El
número 10 de HERALDO DE VILLALBA, de fecha 16 de julio de 1916, publica la
siguiente noticia: “El joven D. Santiago Basanta, que a la sazón cuenta sólo 17
años de edad, aprobó el cuarto año de la carrera de Derecho con nota de
sobresaliente en todas las asignaturas alcanzando además una matrícula de
honor, haciendo los estudios por enseñanza libre”. Y cinco años después, el mismo
HERALDO DE VILLALBA, en su número 119, de 22 de julio de 1921, publica lo que
textualmente transcribo: “Villalbés distinguido”. –En las oposiciones al Cuerpo
de Abogados del Estado celebradas recientemente en Madrid, obtuvo el número 2
el distinguido joven D. Santiago Basanta Silva.
Es
realmente asombrosa la carrera que hace: A los diez años ingresó en el
Instituto de Lugo, haciendo los estudios de Bachillerato en cinco años con
notas de sobresaliente y matrículas de honor en todas las asignaturas y obteniendo
el premio extraordinario de la
Sección de Letras.
Cursó
en la Universidad
Central por enseñanza libre, en tres años, la carrera de
abogado, con la calificación de sobresaliente también en todas las asignaturas,
obteniendo el título de Licenciado a los 18 años y después el de Doctor, con
las mismas calificaciones.
Nos
complacemos en publicar su retrato por ser un hijo del pueblo que a los 22 años
–siendo el más joven de tan distinguido Cuerpo-, obtiene tan colosal triunfo,
ocupando un lugar preeminente en el mismo y después de una lucha tenaz contra
207 opositores en los cinco meses largos que duraron lo 6 ejercicios de la
oposición para cubrir 25 plazas”. Hasta aquí HERALDO DE VILLALBA.
Una
vez alcanzado el triunfo en las oposiciones a abogados del Estado, Santiago
Basanta desempeña sus funciones en las Delegaciones de Hacienda de Gerona,
Palencia, Segovia, Avila, Alicante, Lugo y Madrid. Destinado en 1925 a la Asesoría Jurídica
del Ministerio la
Gobernación, en 1934 lo es a la del Trabajo, Sanidad y
Previsión y en 1937 al Gobierno General del Estado Español. En 1938 le destinan
al Servicio Nacional de lo Contencioso y en 1939 a la Asesoría Jurídica
de la Dirección
General del Timbre y Monopolios. En el año 1942 es nombrado
subdirector 3.º de lo Contencioso y jefe de la Sección de lo Consultivo,
pasando posteriormente a ser subdirector 1.º con igual Jefatura de Sección.
Desde 1951 hasta 1957 ocupó la
Subsecretaría de Hacienda y durante ese período ostenta la
presidencia de la Comisión
de Presupuestos de las Cortes Españolas, interviniendo y defendiendo ante el
Pleno numerosos dictámenes de Leyes, en
especial la del timbre del Estado de 1955, la de Protección a la Marina Mercante de
1956 y diversas modificaciones tributarias y de Presupuestos.
Al
cesar en la
Subsecretaría de Hacienda retorna a sus funciones de abogado
del Estado y ocupa la
Asesoría Jurídica del Ministerio de la Vivienda hasta febrero de
1968 en que pasa a la situación de supernumerario, siendo el número 1 de su
escalafón desde 1965.
En
representación del Estado fue consejero de Tabacalera. S.A. y vicepresidente
2.º de la misma desde 1945 hasta 1968.
Por
Decreto de la Jefatura
del Estado de 15 de febrero de 1968 es nombrado consejero permanente de Estado
y presidente de la sección Quinta de Hacienda. Ocupó la presidencia de la Asociación Española
de Derecho Financiero y, representando al grupo español, formó parte del
Consejo de Administración de la INTERNATIONAL FISCAL ASSOCIATION, con sede en
Amsterdam. También fue miembro del Instituto Internacional de Hacienda Pública
domiciliado en Sarrebruken y presidió el Patronato del Centro de Estudios
Tributarios y Económicos. Formó parte, como vocal, del Instituto de Estudios
Fiscales y, con tal carácter, asistió e intervino en los Congresos Internacionales
de Knoke Zutte, Basilea, Hamburgo, París, Atenas, Budapest, Londres, Estocolmo
y Montevideo, y en las Jornadas luso-hispano-americanas de Estudios Tributarios
de Coimbra, Santiago de Compostela y Río de Janeiro, ostentando en las reuniones
de Montevideo y Río de Janeiro la representación expresa del Ministerio de
Hacienda. En 1952 representó al Estado Español en el Congreso Internacional de
Tribunales de Cuentas celebrado en La Habana.
En
1972, concretamente el día 5 de junio de dicho año, es recibido como académico
de número de la Real
Academia de Jurisprudencia y Legislación siendo el tema de
discurso de ingreso en la misma LA TRIBUTACION SOBRE LA TIERRA Y SU FUNCION
SOCIAL.
Santiago
Basanta ostentó también importantes cargos en la banca y en la industria
privada, entre ellos el de secretario general del Banco de Crédito Local y
consejero de La
Maquinista Terrestre y Marítima, Fefasa, Inquitex,
Electrólisis del cobre, Química de Bayas y otras empresas.
Contestando
al discurso que Santiago Basanta pronunció el día de su ingreso en la Real Academia de
Jurisprudencia y Legislación, el Ecmo. Sr. D. José Larraz López, define a este
villalbés excepcional con las siguientes palabras: “...encarnación del más
puro, elevado e ilustre tipo psicogalaico, con la específica y significativa
aportación personal de una muy clara inteligencia”.
Silencioso
e infatigable trabajador al servicio del Estado quizás la mejor definición de
su personalidad sea la que él, villalbés internacional y persona sencilla hasta
extremos increíbles, nos da de sí mismo al iniciar su discurso de ingreso en la Real Academia ya
citada. Dijo así: “Cuando supe que me habíais designado para cubrir la vacante
de D. Jesús Marañón y Ruíz Zorrilla, aquella satisfacción, acrecentada en este
caso por la circunstancia de haber sido mi antecesor un entrañable amigo y
compañero, se unió a una profunda sorpresa, pues mi vida profesional de 50 años
se deslizó habitualmente de una manera más bien silenciosa, y no de cara al
público, y por ello no fueron frecuentes las publicaciones, conferencias o
discursos, sino el mérito que pueda existir en mi labor habrá de buscarse más
bien en los miles de informes verbales o escritos que durante este medio siglo
tuve necesidad u ocasión de emitir al servicio de la Administración Pública.
Es
un bagaje científico poco espectacular sobre todo si se le compara con el de
mis ilustres compañeros, pero tal vez represente mi larga experiencia
profesional un factor de interés, visto desde otro ángulo distinto al de la
investigación, o de la docencia, y todos los ángulos de visión son necesarios
para formar un acertado juicio de las cosas”.
Fallecido
a causa de una embolia, a los 75 años de edad, después de una larga vida
ejemplar y laboriosa, los restos de este prócer villalbés reposan en el
madrileño cementerio de Nuestra Señora de la Almudena. Murió el
día 30 de diciembre de 1974 siendo Caballero Gran Cruz de las Ordenes del
mérito Civil, Cardenal Cisneros e Isabel la Católica.
Hijo
predilecto de Villalba y socio de honor de Racing Club Villalbés, una calle de
nuestra villa lleva el nombre de D. Santiago por acuerdo tomado en su día por la Corporación Municipal.
También el Instituto Nacional Mixto de E.M. ostentará el nombre de Santiago
Basanta Silva. Menos mal que Villalba supo agradecer de algún modo los favores,
innumerables, recibidos de este ilustre e internacional villalbés.